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Mi Plaza Soñada VIII
Escrito por Tutor

Cuando Lucía ya estaba regresando a casa, se encontró en el jardín con Carmen, que venía a verlas a ella y a Pilar, ambas entraron y se encontraron con Martín y Peter deambulando entre el salón y la consulta.

Buenas tardes dijeron ambas mujeres nada más entrar

Buenas tardes contestaron ambos doctores casi al unísono, ¿a qué se debe su visita? Preguntó Martín…

Nada doctor, venía a compartir recetas con las chicas contestó ella visiblemente apurada…algo que no pasó desapercibido para ninguno de los dos jóvenes.

¿han visto a Pilar? Pregunto Lucía

Esta en su habitación descansando indicó Peter…

Lucía intuyó al momento que algún castigo le habían aplicado y subió acompañada de Carmen rauda hacia su cuarto

Una vez dentro se encontraron a la pobre muchacha medio dormida, con el trasero descubierto y el ano visiblemente rojo y lleno de crema…las dos se miraron, era más que evidente que la habían sodomizado de manera importante, así que, con sumo cuidado, sin hacer ruido, salieron del cuarto y la dejaron descansar…

Lucía le indicó a Carmen que bajaran hacia la cocina, pues sabía que a Martin no le gustaba que estuvieran en las habitaciones cuando él estaba en casa. Nada más bajar llamaron a la puerta, eran varios vecinos del pueblo que venían a ver al doctor por diversas dolencias y, nada más abrirles les hizo pasar a la sala de espera.

¿Me ayudas Peter? Dijo Martin en voz alta

Con sumo gusto replicó el inglés y ambos entraron en la consulta

Esa era la oportunidad que habían estado esperando ambas mujeres, ambos médicos estarían un rato ocupados, así que tendrían tiempo de jugar entre ellas…rápidamente se fueron a la cocina y tras cerrar la puerta Lucía se levantó la falda y apartó sus calzones…Ummm ¿que llevas en el trasero? murmuró Carmen…jengibre apostilló rápidamente la criada, mientras Carmen lo agarraba y lo comenzaba a mover…

Ufff comenzó a resoplar la chiquilla con cada movimiento del objeto incrustado en su ano.

Carmen la giró sin dejar de menear el dedo de jengibre y se arrodilló delante de ella…sacó la lengua y comenzó a lamer la vulva de Lucía que cada vez resoplaba más…

La lengua de la avezada esposa del molinero fue recorriendo cada pliegue de su coño, haciendo que la muchacha se encendiera cada vez más…antes de que se diera cuenta esa lengua ya estaba dentro de ella y con cada embestida, la nariz de Carmen golpeaba levemente el clítoris de la criada…y eso la volvía loca de placer…el jengibre en el culo, la lengua en el coño y la nariz presionando el clítoris era una combinación irresistible

¡di…di…diosssss miooooo!

No…n…no…se…t…te…ocurr…ocurra…par….para…parar….¡por el amor de Dios!

Pero Carmen tenía otros planes y sacando la lengua se incorporó y antes de que la muchacha pudiera protestar le metió un dedo girado hacía arriba, buscando su punto G, y con unos breves pero intensos toquecitos consiguió un orgasmo brutal de la muchacha que tuvo que morder un paño de cocina que tenía a mano para sofocar sus gritos de placer…mientras empapaba la mano de Carmen con sus fluidos…uffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffff

Sin apenas tiempo de reponerse Carmen reclamó su turno…se sentó en una de las sillas de la cocina y se abrió de piernas…Lucía se arrodilló delante de ella y ésta la jaló del pelo y hundió su cabeza en la entrepierna…

Con menor maestría que Carmen pero ya con cierta mejora en sus habilidades Lucía comenzó a comerle el coño. La madre de Jacinta se iba dejando llevar y le dijo a la criada que se levantara la falda para verle el culo y el jengibre que sobresalía…la muchacha lo hizo mientras seguía comiendo con fruición el coño de su mentora…¡cómo le hubiera gustado estar aquí ahora a Pilar! Pensó mientras seguía proporcionándole placer con la boca…

En tanto estaba disfrutando de una buena comida de coño, Carmen estiró el brazo y cogió una zanahoria y un cuchillo, comenzó a pelarla y a darle forma de pene. La verdad es que era bastante habilidosa tallando hortalizas y más de una vez las había usado para autosatisfacerse…

Una vez hubo terminado la talla volvió a jalar a la muchacha del pelo y tirando de él la obligo a salir de su entrepierna

¡abre la boca! le ordenó

Lucía no entendía pero obedeció

Con cuidado Carmen le introdujo la zanahoria en la boca por la parte de la base que era más ancha, lo que le provocó un cierto dolor en las mandíbulas por el grosor de la misma…mientras la parte de la punta, lo que sería el glande y el talle quedaban a la vista…

Lucia abrió los ojos de par en par, no entendía la situación, pero Carmen lo tenía muy claro y tirando del pelo nuevamente la volvió a dirigir a la entrepierna mientras le decía ¡ahora vas a follarme con tu boca y ojito con morder de más mi falo y romperlo!...sin más comenzó a tirar del pelo generando un movimiento de vaivén adelante y atrás que obligaba a Lucia a ir embistiendo con la zanahoria-falo el coño de Carmen que sólo repetía

Si, si

Uffff

Si…

Si…

Ufff

Más

Más

Ufff…

La pobre criada apenas podía respirar, pero la mujer del molinero no le daba tregua y tiraba y tiraba de su pelo para que fuera acelerando las embestidas…y así siguió hasta que ella también se derramó sobre el falo con un orgasmo infinito ¡Jesusssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss!

En ese instante soltó el pelo de la criada que como pudo retiró la cabeza y se sacó la zanahoria de la boca…tras unos breves instantes recompusieron sus ropas y adecentaron la cocina, abrieron la puerta de la estancia y observaron como al fondo había una anciana esperando a ser atendida por los doctores que las miraba con los ojos abiertos como platos…ambas se miraron y se dieron cuenta que quizá no habían sido tan silenciosas como se esperaban…

Carmen se despidió y regresó a su casa, mientras Lucía se encaminó a preparar la cena.

Pasada un poco más de una hora apareció Pilar por la cocina…caminaba con ciertas molestias y Lucía le preguntó si quería contarle lo que había pasado…La muchacha le narró todo con pelos y señales, el rasurado de su vello púbico, como le había entregado su virginidad a Peter, el ofrecimiento de éste para irse con él y como Martín la había sodomizado como muestra de amor-castigo…

Ohhhh exclamó Lucía que no sabía si estar triste, contenta o envidiosa…Pilar le dijo que ella estaba muy feliz así que ambas se fundieron en un abrazo…en eso apareció Martín por la cocina, al verlas juntas sonrió, dóblense señoritas quiero ver sus traseros

Ambas se doblaron sobre la mesa de la cocina y desnudaron sus culos mientras Peter también hacía acto de presencia.

Primero se dirigió a Pilar y se interesó por el estado de su ano ¿duele mucho todavía?

No, no señor, solo escuece un poco

Peter le acercó a Martín un poco de ungüento y se lo puso en el enrojecido ano, lo cual supuso un pequeño alivio para la muchacha…y el joven anfitrión le dijo a su amigo, me temo que no podrás usar su entrada trasera en unos días…

Lo se pedazo de bruto, pero así ya sabrá el calibre que recibirá a partir de ahora ja,ja,ja…

Las muchachas no acababan de acostumbrarse a oír hablar de ellas en esos términos…

A continuación pasó a Lucía y con sumo cuidado fue tirando del jengibre hasta arrancarlo de su culo…el alivio comenzó a ser inmediato…y la muchacha respiró aliviada…

Muy bien señoritas, hoy será nuestra última cena juntos, mañana Peter y Pilar abandonarán el pueblo tras pasar por la mañana a recoger sus pertenencias a casa de sus padres, así que pónganse manos a la obra y las vemos a la hora de cenar…y dejó caer dos sonoros cachetazos a cada una…PLAS…PLAS…

Llegó la hora de la cena y, excepcionalmente, Martin invitó a las dos criadas a acompañarlos cenando…las dos muchachas se sorprendieron pero aceptaron de buen gusto. Los jóvenes doctores presidían la mesa de comedor ovalada, mientras que las dos criadas estaban sentadas en los laterales una enfrente a la otra…Los modales de ambas eran toscos en relación con sus señores, pero eso no parecía importarles a éstos, los cuatro cenaron y bebieron vino, algo a lo que las muchachas no estaban muy acostumbradas. Finalizada la cena y los postres y, antes de dirigirse al sofá a fumar y tomar un coñac, Martín se dirigió a Lucía y le dijo que deseaba poseerla, que no quería que llegase otro rufián como Peter y le arrebatase la virginidad…Pilar y Peter se rieron abiertamente mientras la muchacha estaba un poco perpleja…no sabía que pensar, era un cúmulo de sensaciones nuevas, el doctor, el vino, la marcha de Pilar, la cena…

En ese instante Martín se levantó estiró su brazo hacia Lucía y le tendió la mano…la joven totalmente ruborizada, mezcla de vergüenza y los efectos del vino, le tendió la suya, la ayudó a levantarse de la silla y agarrándola de la cintura la llevó a la cabecera de la mesa donde él se había sentado…separó los platos y las copas y la obligo a doblarse sobre la mesa con los brazos extendidos…Peter hizo exactamente lo mismo con Pilar en el otro lado…las muchachas se podían ver frente a frente y acabaron uniendo sus manos estiradas por encima de sus cabezas…con parsimonia Martín y Peter levantaron las faldas de las muchachas dejando la parte inferior desnuda y sus traseros y sexos totalmente expuestos…

Lucía temblaba…Pilar que ya lo conocía lo ansiaba…

Ambos sacaron sus respectivas vergas y montaron a las muchachas desde atrás…

Pilar tragó inmediatamente la verga de Peter…Lucía oponía “resistencia” pero con un leve impulso de cadera, Martin perforó el himen de la muchacha que soltó un leve quejido…ayy…

Asiéndolas por las caderas las cabalgaron a un ritmo lento, que hacía que las muchachas notaran cada centímetro de las vergas de sus amos…¡Dios como les estaba gustando! Por un momento se olvidaron de su condición de criadas, de los azotes, del jengibre, de todo…eran las amantes de aquellos jóvenes y apuestos doctores que las estaban penetrando con suavidad, casi dirían que con amor…y así movimiento de pelvis a movimiento de pelvis fueron empalando a las dos criadas y, como si de un ensayo se tratara, ambos se corrieron en su interior con apenas unos segundos de diferencia…

Bufffffff resoplaron ambas muchachas…

A partir de hoy Lucía serás mi criada personal y te tomaré cuando lo considere ¿está claro?

Si señor…

Y tu Pilar disfruta de tu nueva vida con Peter…

Si señor…lo haré…

Al día siguiente Peter y Pilar partieron para Inglaterra…Martin y Lucía se quedaron un poco tristes, pero la llegada de pacientes los devolvió a su rutina diaria…poco a poco Lucía pasó a ser una criada, enfermera y amante…arreglaba la casa, le ayudaba con los pacientes y le satisfacía por las noches, Martín estaba tan cómodo en esa faceta que se fue olvidando de Juana.

Una tarde se presentaron en la consulta Doña Magdalena y su sobrina. La mujer del alcalde estaba con la mosca detrás de la oreja al ver que el joven doctor no pasaba a cortejar a su sobrina…nada más ver como interactuaban en la consulta Martín y Lucía se dio cuenta que sus sospechas eran acertadas, así que ni corta ni perezosa, comenzó a buscarle las cosquillas a la pobre criada, buscando una excusa para dejarla en mal lugar…que si había polvo, que si él té estaba frío, que si las plantas no estaban regadas, que si el doctor tenía el traje arrugado…

Lucía como estaba tan feliz compartiendo la vida del doctor, intentaba no hacer caso, pero al pasar con una bandeja a la consulta Juana le cruzó el pie para que tropezara y la muchacha se dio de bruces contra el suelo y la bandeja salió despedida hacia Martin, poniéndolo perdido de tinturas y ungüentos…

¡Pero qué has hecho con mi prometido estúpida! Gritó Juana mientras le cruzaba la cara con una sonora bofetada…

Lucía hizo ademán de levantarse y devolverle la bofetada ante la mirada atónita del joven doctor y la paciente que estaba dentro de la consulta, pero Doña Magdalena la agarró del brazo, cogió una zapatilla de la joven criada que había salido disparada con la caída, y comenzó a azotar en el trasero a la joven con la consiguiente alegría de su sobrina que jaleaba el ímpetu con el que la estaba sacudiendo su tía…

PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS…

Así aprenderás mocosa…

PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS…

Debes aprender cuál es tu posición

PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS…

En esta casa hace falta un poco de disciplina femenina

PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS… PLAS…

Martin miraba como las lágrimas brotaban de los ojos de Lucía mientras la estaban castigando, pero sabía que no podía meterse…

Por fin la tía comenzó a calmarse y fue parando la paliza, dejó que la muchacha se levantase y frotándose las nalgas esta marchó en dirección a la cocina…

Martin miró con rostro serio a su prometida y ésta mantuvo la mirada altiva (no iba a permitir que una criada pusiera en peligro su compromiso)…dando un ligero portazo se metió en la consulta para terminar de atender a su paciente…

¡que carácter! Soltó doña Magdalena ante ese gesto del doctor…al rato salió la paciente y el doctor le pidió a Doña magdalena que subiera con él a su despacho…

¿y yo? Preguntó Juana

¡Usted se espera aquí!, dijo Martin con un tono de voz cada vez más serio…

Doña Magdalena siguió al doctor al piso de arriba un poco turbada pero muy intrigada…una vez hubieron llegado el doctor cerró la puerta y se sentó en su silla del escritorio e invitó a que la esposa del alcalde se sentara enfrente de él.

¡Esta es mi casa! ¿estamos de acuerdo? Comenzó a decir en un tono de voz profundamente serio

S…Si claro…atisbó a decir la señora

¡Soy el doctor del pueblo! ¿correcto?

Si

Soy una figura de respeto ¿correcto?

Por supuesto

¡Entonces quien se ha creído que es para venir a mi casa e impartir disciplina en MI PROPIEDAD, DELANTE DE MIS PACIENTES!

Yo…yo soy la mujer del alcalde!

¡exacto, su mujer NO EL ALCALDE! USTED NO TIENE AUTORIDAD AQUÍ

Doña Magdalena estaba asustada por la reacción del doctor

Tiene dos opciones: que yo no vuelva a atender a su familia y usted se lo explica al alcalde o aceptar las consecuencias de sus actos y recibir un castigo ejemplar por mi parte ¿usted dirá?

Yo…yo…yo ero lo único que se atrevía a decir…

Es q..que le ha puesto perdido…

Eso ha sido su malcriada sobrina, pero de ella ya me encargaré a su debido tiempo…sigo esperando su respuesta…

Doña Magdalena estuvo sopesando por un instante y sabía que su marido la iba a matar por enfadar al doctor, no sobraban los candidatos que quisieran venir a la comarca y Martin se estaba destacando como un gran doctor y toda la comarca estaba feliz con su presencia…

Está bien, dijo resignada…acepto su castigo…¿en qué consiste? dijo con un poco de desdén…

Martin se dirigió al armario y sacó una pala como de cricket que se había traído de Inglaterra…a la mujer del alcalde le cambió la cara ¡Virgen santa no me irá a azotar con eso!

En efecto dijo el joven…ahora mismo se pondrá de pie, se doblará sobre la mesa, se levantará la falda y abrirá sus enaguas para mostrarme su trasero. Se pondrá de puntillas y lo sacará hacia fuera lo máximo posible y a continuación comenzaré a darle 24 palazos que usted contará en alto y dará las gracias por cada uno de ellos…¿está claro?

¡me parece excesivo!

Ya son treinta palazos ¿quiere seguir?

La mujer bajó la cabeza, adoptó la posición que le había ordenado el doctor y se levantó la ropa para dejar a la vista su enorme trasero con evidentes marcas de haber sido azotado unos días antes…

Veo que no es la primera vez que lo azotan…

Ya lo sabe no se haga el listillo replicó la mujer…

Allá vamos ¿lista?

Qué remedio

PLAF

El primer palazo resonó en toda la habitación, doña Magdalena dejo escapar un bufido uffff y noto como le comenzaba a picar el trasero…

¿y bien?

Uno gracias doctor

PLAF

dos gracias doctor

PLAF

Lucía desde la cocina comenzó a escuchar los golpes y se alegró de su “venganza”

tres gracias doctor

PLAF

cuatro gracias doctor

PLAF

Juana se estaba estremeciendo con cada palazo…estaba claro que estaban azotando a alguien aunque ella esperaba que fuera Lucía a la que no había vuelto a ver…pero hasta a ella el sonido le parecía un castigo excesivo

nueve gracias doctor

PLAF

trece gracias doctor

PLAF

diecisiete gracias doctor

PLAF

La mujer se movía hacia delante impulsada por la fuerza de la pala…cada vez más dolorosa

veintitrés gracias doctor

y así fueron continuando sin prisa pero sin pausa

PLAF

Ella ya no podía resistir más…las lágrimas corrían por su rostro…el culo estaba rojo y abultado, palpitando por el dolor de cada golpe…

veintinueve gracias doctor

PLAF

Este ha sido el último señora…espero que haya aprendido la lección

Treinta, si gracias doctor la he aprendido…

Como buenamente pudo se incorporó y se adecentó las ropas, acompañada de Martín comenzó a bajar el piso con evidentes molestias al caminar…Cuando la vio bajar en ese estado Juana se dio cuenta que esos sonidos aterradores procedían del trasero de su tía, no de la criada y por un momento se temió lo que le podría ocurrir a ella…

Pero Martín le entregó un tarro de ungüento y le dijo: Úntele con sumo cuidado todo el trasero sin dejar ni un solo centímetro sin él durante los próximos tres días…

A Juana le temblaban las manos al coger el bote, ya no sabía si era tan buena idea casarse con un hombre capaz de hacer lo que le había hecho a su tía…

Doña Magdalena muy digna se despidió del doctor y dándole la mano a su sobrina salió de la casa en dirección a su carro.

Lucía salió de la cocina y corrió a darle las gracias a Martin, pero este la frenó y le dijo: en breve Juana será la señora de la casa y tendrá derecho de azotarte, siempre con mi beneplácito, así que no deberías enfadarla…tu seguirás siendo mi criada personal y te usaré cuando me plazca…¿está claro? Si señor contestó la joven…

Con un movimiento de presión en su hombro Martín la obligó a arrodillarse, se sacó la verga y la obligó a hacerle una felación ¡la verdad es que los azotes a la mujer del alcalde le habían excitado sobremanera!

Lucía chupaba y chupaba mientras él le empujaba la cabeza con la mano…estaba tan excitado que no tardó en correrse en su boca…lo que provocó que la muchacha se atragantase y escupiese en el suelo…Martin la miró y le dijo…limpia eso, después de cenar ya te ajustaré las cuentas…Lucía sonrió…esa noche habría azotes y sexo…


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Mi Plaza Soñada VIII es un relato escrito por Tutor publicado el 09-05-2024 16:27:11 y bajo licencia de Creative Commons.

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