Tiempo estimado de lectura de 5 a 6 minutos

Sorpresa al follar con el esposo de mi amiga.
Escrito por Celeste Corrales

Se aproximaba el verano por lo que decidí ir al centro comercial a comprar trajes de baño. Fui un lunes por la mañana para comprar sin tumultos y probarme las prendas sin ningún apuro.
En una de las tiendas, estaba probándome unas tangas brasileñas que dejan muy poco a la imaginación, cuando me percato que Juan, el siempre formal esposo de mi súper amiga Estefany, me miraba con ganas de demorarme, al cual saludo con la mano y regreso al cambiador de ropa o camerino.
Al salir, lo veo en la sesión de lencería mirando un conjunto de encajes bellísimo y le dijo... espero que sea para mi amiguita. A la que responde con un hola, los besos de rigor y me indica que si es para ellos, pero que igualmente podría ser para otra persona. Me indica que estaba por ir a tomar un café que me gustaría acompañarlo, a lo cual le indico que si.
Pagamos cada uno nuestras respectivas cuentas y caminamos al área de comidas.
Antes de continuar quiero describirles a Juan, siempre ha sido una persona muy formal tanto a la hora de vestir como a la hora de tratar a las demás personas, aunque siempre extremadamente cordial, atento y además de ser muy analítico Es decir una personas que transmite seguridad y confianza.. Físicamente es alto, con una barba de tres días bien cuidado, con un cuerpo atlético que llama mi atención como un todo. Cabello castaño ondulado, siempre bien peinado, ojos penetrantes color marrón, boca pequeña, En resumen una personas guapa en su aspecto y un trato refinado.
Mientras tomábamos el café conversamos de muchos temas, realmente me encontraba muy cómoda disfrutando de ese café mañadero. De un momento a otro, me indico mirándole a los ojos, imagino que tratando de leer mis pensamientos, que esta mañana me veía realmente hermosa y provocativa. Agradecí el gesto y recordé lo que pensé al mirarme al espejo al momento de salir.. "Me veo como una osada y sexi damita". Llevaba un cómodo y ajustado vestido de una pieza que al sentarme permitía ver más de la mitad de mis muslos, debajo del vestido, solamente llevaba un hilo blanco prácticamente transparente que dejaba ver mis encantos delicadamente depilados.
Juan, minutos después volvió al ataque, sutilmente indicándome que Stefany alguna vez había hablado de más comentando alguna de mis traviesas aventuras. Pícaramente y rápidamente indique que no había que creer todo lo que se oía.
Era evidente que no tardaría en hacer su movimiento, lo cual justamente seguido de mi respuesta, a lo que Juan indicó que le encantaría verificarlo por su cuenta.
A lo cual solté la risa indicando que cosas dices. Mi amiga no nos perdonaría algo así. Continuamos conversando de distintos temas, fue una mañana muy amena.
Salimos del lugar donde nos encontrábamos y caminamos hacia el parqueo, de camino, me indico que había pasado unos momentos muy amenos y que le gustaría como había comentado antes, comprobar si los comentarios eran verdad.
Yo sonríe y le dije que estaba bien que fuéramos a algún sitio más privado pero que solo sería una vez, sellando el pacto con un beso corto.
Al subir al vehículos comenzamos a besarnos y acariciarnos, luego con el vehículo en marcha comenzó a interrogarme sobre mi experiencia sexual, lo cual me puso muy caliente.
Al pegar al motel, caballerosamente me abrió la puerta me dio la mano y pasamos a la habitación.
Justo al cerrar la puerta, me tomó con fuerza pegándome a la pared y comenzó a besarme con pasión, besando mis labios y mi cuello. Eso me encantó además de que puede sentir un pene de muy buen tamaño crecimiento junto a mi abdomen. De un momento a otro, me ordenó con voz firme que me quitará el vestido. Quede solamente con el hilo blanco. Me dio vuelta siempre manteniéndome contra la pared. Bajo besando mi espalda y hasta llegar a mis redondas nalgas, las cuales besos y mordió ha placer, me termino de desnudar, se puso de pie y volvió a besar en la boca mientras sus dedos me daban pequeños pellizco en mis parados pezoncitos. En ese momento, estaba tan caliente que era imposible no emitir pequeños gemidos de placer mientras me comía la boca y tocaba de esa forma mis pechos.
De un momento a otro, llevó dos de sus dedos cerca de mi boca, interpreté que deseaba que los humedeciera, por lo que procedí a introducirlo a mi boca como si fueran un dulce, mientras yo lamía sus dedos, comenzó a chupar y succionar mis tetas, altercando con pequeños mordiscos en mis pezones, lo cual convertía ese dolor en gran placer.
Sacó sus dedos de mi boca, con sus manos abrió todo lo que pudo mis piernas, pues al encontrarme de pie contra la pared, no podía abrirlas todo lo que me hubiera gustado.
Juan comenzó con su mano a realizar movimientos para adelante y para atrás sobre mi húmedo coño, sin dejar de atender mis tetas.
Esto hizo que tuviera mi primer orgasmo. Él al sentir que mi cuerpo se tensaba para recibir el orgasmo, introdujo un dedo y comenzó a cogerme con mucha fuerza, lo que hice que el orgasmo fuera más intenso y largo.
Una vez que pude recuperarme le indique que ahora me tocaba a mi darle mucho placer.
lo lleve a la cama, le solté los botones de las camisa, abrí la cremallera de su pantalón para mi sorpresa no usaba nada abajo y salió de su guarida un enorme pene más grande que mi mano abierta y de un grosor similar a mi puño cerrado. Algo sugestivamente grande; el cual no perdí tiempo para comenzar a lamerlo y besar desde su base hasta llegar a la puntita la cual contenía las primeras muestras ese elixir que me trastorna. No perdí tiempo y con mi lengua fui pasando milímetro a milímetro por ese pene que tenía forma de hongo. Todavía hoy recuerdo su exquisito sabor y aroma. Mientras que chupaba el glande, una mano acariciaba sus testículos y la otra flotaba su tronco.
Juan hacía ruidos de que estaba disfrutando lo que le hacía así como su respiración se aceleraba.
Tomó mi cabeza con sus manos y con firmeza hizo que comenzará a introducirme esa bellota en mi boca lo más que podía, con un poco de esfuerzo logré que entrara toda. Me soltó y volvió a realizar lo mismo. Cuando sintió que me había adaptado a tener ese monstruo dentro de mi boca, comenzó a follarla sin contemplaciones, al poco tiempo comenzó a eyacular con gran fuerza y una extraordinaria cantidad lo cual me impedía tragar todo lo que salía. Al terminar trague todo lo que pude y procedía a limpiar todo su pene hasta dejarlo bien limpio. Lo besé y nos abrazamos por unos instantes.
Creí que iba a tener un descanso pero estaba muy equivocada. Nuevamente volvi a lamer mis tetas para posteriormente darme sexo oral. Mi concha ardía de la necesidad de sentirme llena por ese bestial pene. Así tuve mi segundo orgasmo.
Posteriormente me puso en posición de perrito, su pene comenzó a entrar poco a poco sin mucha oposición dada la excitación que vivía. Sus embestidas hicieron que tomara la almohada más cercana para ahogar mis gritos en ella, pues temía que alguien llamara a la policía por el ruido que estaba causando ji ji ji.
Después, me dio vuelta, puso mis piernas sobre sus hombros y comenzó a bombear mientras pellizcaba mis pezones. En esa posición tuve un nuevo orgasmo.
Le pedí que deseaba montarlo por lo que se acostó sobre la cama y yo de una me introduje todo ese pollón , lo cual me hizo gritar. Realmente me sentía llena de ese pene dentro de mi. Comencé a moverme en circulos, para adelante para atrás, para arriba y para abajo. Si pene seguía duro como un roble y yo comenzaba a cansarme del esfuerzo que estaba realizando por lo que comencé decir, frases como:
me encanta como me haces gritar.
es tan grande que duele pero quiero mas y mas
estoy tan húmeda
me pones muy caliente
Soy toda tuya, puedes meterme las veces que lo desees
dame más duro.
me encanta como te mueves
te gusta como lo hago

La estrategia rindió tus frutos pues sentí como se ponía más duro y escuche la frase:
estoy llegando que rico... no te salgas, deja la verga adentro.
para comenzar a descargar borbotones de semen caliente.

Así fue nuestros primer encuentro y como comprenderán no fue el último.


Licencia de Creative Commons

Sorpresa al follar con el esposo de mi amiga. es un relato escrito por Celeste Corrales publicado el 17-11-2020 13:09:04 y bajo licencia de Creative Commons.

Ver todos los relatos de Celeste Corrales

 

 

37 No me gusta0
Comentarios  
Diana
+5 #2 Diana 23-11-2020 22:40
Opino igual, es un relato fantástico
RaulMD
+6 #1 RaulMD 19-11-2020 01:08
fantástico relato. Enhorabuena
PARTICIPA!! Escribe tu opinión

MÁS RELATOS

 Medias Rosas (mini relato)
 Escrito por Perro Viejo

 En el hotel de la playa
 Escrito por Angelika Jones

 La correa
 Escrito por Nazgul

 Femdonia.En el rellano de la escalera
 Escrito por Slipper



   ACCESO USUARIOS

   
   
   
   BÚSQUEDA AVANZADA