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Aventura 2: Primera Experiencia Lésbica
Escrito por Celeste Corrales

Hoy les contaré mi primera aventura lésbica; misma que nunca pensé llegar a tener pues me encantan los hombres, nunca me atrajo una experiencia así, más lo vivido me gustó.

Soy una mujer de estatura media, piernas largas y bien torneadas, tengo un buen culo y una cintura pequeña, abdomen plano ( mi cuerpo no es atlético pero está bien formado), soy bastante curvilínea, una tetas relativamente grandes ( sin exagerar) pezones medianos cafés claros y muy sensibles, piel blanca, cabello largo ondulado y de color café oscuro, ojos oscuros y una hermosa sonrisa. Mi cuerpo siempre va acompañado por ropa muy sexi pero sin caer en lo vulgar.

A inicio de semana recibí un mensaje de mi amiga Karla que me invitaba a su casa a una celebración por su cumpleaños el viernes por la noche, sabiendo que tenía el fin de semana libre acepté gustosa, tenía deseos de despejarme un poco.

Llegado el viernes al regresar del trabajo a mi casa me aliste una copa de vino, llené la tina de agua tibia y me dispuse a tomar un baño relajante y prepararme para ir a la casa de mi amiga a su celebración.

Ese día especialmente me sentía un poco excitada así que decidí acariciarme un rato y darme un rato de placer con mi consolador preferido. Mis pezones estaban duros y mi coño dispuesto a las caricias, tuve un delicioso orgasmo y ya más satisfecha ( aunque aún estaba caliente ) me duché y salí del baño para prepararme para la fiesta. Era una época cálida así que elegí un vestido corto al cuerpo color negro y strapless el cual hacía que se resaltaran más mis curvas, mis tetas y se viera el inicio de la piel de ellas. Debajo llevaba solo un pequeño hilo de encaje del mismo color del vestido.

Me alise el cabello, me maquille moderadamente y me puse unos tacones, me miré al espejo y pensé con un poco más de maquilla pensarán que son dama de compañía y dije para mi sola: “Perfecto”

Al llegar vi que sólo conocía a mi amiga. Así que ella me presentó a algunos de sus invitados. Conversé un poco con un grupo de personas y después me fui a servirme una copa de vino.

Una chica llamada Pilar se me acercó y empezamos a conversar, pasamos la noche juntas sin darnos cuenta las horas fueron transcurriendo, fue agradable su compañía, me pareció amable y simpática. Ella era una chica de mi estatura, piel bronceada, cabello castaño, ojos color miel, delgada, con buen trasero y tetas medianas, era atractiva y se notaba que hacía deporte su cuerpo se veía tonificado. Vestía un vestido negro corto de tirantes con un escote en V que dejaba entre ver sus senos. Tomamos mucho vino entre plática y plática, así que mi amiga me ofreció quedarme en su casa para que no tuviera que conducir. Pero debía compartir habitación con Pilar, a lo que no le vi problema y acepté. Cansadas de la reunión nos fuimos a seguir conversando en la habitación, no sin antes, pasar por una botella de vino y dos vasos.

Llegando a la habitación antes de ingresar Pilar abre la puerta se detiene y me cede dice que entre primero, coloca su mano en mi espalda baja justo donde inicia la curva de mi trasero. Me sorprende un poco, pero le restó importancia.

Estando ahí y después de un rato de risas ella me confiesa que le atraigo mucho desde que me vio en un night club bailando semidesnuda y que le gustaría verme bailar solo para ella. Estuve a punto de decirle que me confundía con otra persona; pero entre mi deseo sexual dé todo el día más las copas de vino, decidí seguirle el juego y ver qué pasaba.

Sonreí le pedí se sentara en la cama, acabe con todo el vino que había en mi vaso, me alejé un poco, puse música y empecé a moverme al ritmo de la melodía de forma sensual, pasando mis manos despacio por mi cuerpo, subiendo un poco más mi vestido de firma que ella que pudiera ver más mis piernas o el inicio de mi culo redondo y parado con las piernas semi separadas. En un determinado momento acaricié sobre el vestido mis tetas y noté que mis pezones estaban duros y muy parados, así que baje el vestido despacho y los deje a la vista de Pilar; me acerque a Pilar, tome su copa de vino, tomé un poco y hice que unas pequeñas gotas de vino salieran por las comisuras de mis labios y cayeran en mis ya desnudas tetas; esto la calentó mucho, se mordió los labios y su rostro se ruborizó; pude ver cómo separaba sus piernas, subía un poco su vestido, no anda ropa íntima y empezaba a acariciar suavemente su depilado coño , movía su mano despacio, en su rostro se veía el placer que estaba sintiendo.

Por un momento pensé en detener todo, pues era claro lo que pasaría más adelante si continuaba pero no lo pensé mucho y decidí quitarme el vestido de forma lenta dándole la espalda y levantando el trasero para que tuviera una mejor vista de él. Pude escucharla gemir claramente estaba disfrutando lo que veía y lo que sus dedos la hacían sentir, volteé un poco el rostro para verla de reojo mientras yo seguía moviendo mi cuerpo de forma provocativa y acariciándola para su deleite, ella había aumentado el ritmo de sus caricias y sus movimientos pélvicos eran más notorios, tenía las piernas totalmente separadas y se había desvestido por completo. Al quedar totalmente desnuda y volverme a ella, me tomó de la cintura me atrajo puso sus manos en mi culo empezó a besar mi vientre de forma que me daba mucho placer, alternaba sus besos con su lengua en mi ombligo.

A continuación subió a devorar mis pezones, en un momento, abrí los ojos y volví a ver hacia la puerta de entrada al dormitorio por la claridad que entraba, para mi sorpresa, vi a mi amiga Karla mirándonos en ropa interior, al cruzar nuestras miradas, ella cerró la puerta. Yo estaba demasiada caliente y húmeda para detenerme.

Mi amiga Karla, debe haber visto una imagen alucinante. Pilar, totalmente desnuda sentada en la orilla de la cama con su lengua lamiendo mis pezones y sus manos recorriendo mis nalgas y yo de pie solamente con el hilo puesto, en medio de las piernas de Pilar con los ojos cerrados, concentrada en recibir placer.

Pilar, comenzó a brindarme besos en dirección a mi sexo, fue bajando hasta quitarme el hilo con sus dientes. Pasó sus dedos por mi coño, sonrió con malicia al notar lo mojada que estaba; expresó un ummmm esto me gusta y se chupó los dedos saboreando mis líquidos. Separo mis piernas un poco más y empezó a lamer mi coño que cada vez estaba más húmedo, sus manos apretaban mi trasero mientras su lengua no dejaba de pasar por toda mi coño que estaba demasiado hinchado, ya para ese momento mis piernas se abrían solas y mi cuerpo se movía al ritmo de mi placer y de su lengua, mis manos estaban sobre la cabeza de Pilar para que no dejara de moverse, mi coño abierto, hinchado y dejando salir todos los jugos en la boca de Pilar que estaba disfrutando demasiado el verme como una puta disfrutando de su lengua entrando y saliendo, lamiéndome hasta provocar que me corriera de forma deliciosa, las piernas me temblaban apretaba su boca en mi coño y gemía de placer.

Se levantó, nos besamos mientras tocábamos nuestras nalgas, me recostó en la cama y empezó a besar mis tetas, la separe y entonces fui yo quien mamó sus tetas medianas redondas y con los pezones parados de excitación, pasé mi lengua por sus pezones, los mordí suavemente pero creando presión y los succiona mirándolos, ella gemía y se movía, estaba deseando atención en su coño, después la coloqué inclinada en la cama con el culo parado, le separé las piernas, pude ver cómo de su panocha salía líquido, ese coño se veía húmedo de lo excitada que estaba; me acerque a su oído y le dije con la voz más sexual pero si estás deseando que te toquen, que zorra eres y empecé a pasarle los dedos suavemente rosándole el coño sin introducirlos y Pilar se movía buscando que se los metiera, su coño se abría y apretaba, palpitaba de deseo. Jugar de esta forma, volverla loca de deseos me estaba gustando, sin duda estaba deseando sentir mis dedos dentro, así que los chupé se los pase por el clítoris haciendo que este se pusiera más duro y empezó a salir más líquido de su coño así que con la otra mano empecé a meterle los dedos, podía sentir como apretaba mis dedos con su coño y gemía se movía con ganas, su coño goteaba, hasta que se corrió y por mi mano bajan sus líquidos, cuando dejó de moverse y saqué mis dedos de su apretado coño le pedí que los chupara; ambas seguíamos calientes así que abrimos nuestras piernas juntando nuestros coños y nos empezamos a mover cuerpo contra cuerpo, haciendo que nuestros clítoris se hincharán y nuestros líquidos salieran mojando el coño de la otra en cada orgasmo que teníamos. Así estuvimos un rato disfrutando hasta terminar exhaustas y satisfechas. Nos duchamos cambiamos la ropa de cama, bebimos una última copa de vino y nos acostamos a dormir una al lado de la otra desnudas y muy satisfechas de la noche de sexo. Sin duda fue deliciosa mi primera experiencia lésbica.

Espero que le haya gustado y también les quiero contar que el evento de mirar a mi amiga Karla espiandonos dará lugar a una aventura que les contaré en un nuevo relato. También los invito a escribirme a mi correo.


Licencia de Creative Commons

Aventura 2: Primera Experiencia Lésbica es un relato escrito por Celeste Corrales publicado el 17-11-2020 13:03:04 y bajo licencia de Creative Commons.

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