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Un fetiche más
Escrito por Slave

Yo estaba en casa de mi novia, estábamos con una amiga de ella como todos los días, con buena música. Comentábamos sobre salir a las fiestas de fin de año, para ir y participar en todas las actividades que hay.
Mientras hablábamos mi novia me tenía abrazado mordiéndome las mejillas ya que le encanta, al rato como mi novia me tenía ahora la cabeza en sus piernas y comenzó a revisarme la boca (a ella le encanta estar al tanto de mi salud) y (tengo que anunciar que me encantan sus dedos de la mano ya que son delgados sin ninguna fractura y sus uñas largas). Ella me metía sus dedos hasta adentro de la boca y me estiraba fuertemente los labios, tan fuerte que se ponían blancos de la presión que tenían, pasaba sus dedos en los dientes y lengua para revisar bien, ya me estaba doliendo pero ella no se daba cuenta. Parecía que me hubiera tenido amarrado y tratando de reventarme los labios como vengándose con un castigo.

Este tipo de masoquismo no exagerado si me gusta ya que estaba mezclando el dolor con excitación que tenía por todo el sabor de sus dedos en mi boca.
Como ya se estaba haciendo tarde, nuestra amiga se tuvo que ir y nos dejó solos, yo aproveche y le dije que me estaba cansando que me mordiera tanto, y que si seguía yo le iba a cobrar mordiéndole los pies. Le gusto porque lo tomo como un trato ya que no se molesta que yo juegue con sus pies entonces fue como "para beneficio de ella".

Mientras hablábamos, comíamos algo sentados en una alfombra en el piso sin zapatos. Ella andaba vestida de negro con unas medias azules muy oscuro y altas.
En un momento ella se puso de pie al lado mío para cambiar un disco, le tomo su tiempo. Yo aproveche obviamente y le tome un pie para acariciarlo todo lo que podía, hasta metí mi mano debajo de él para acariciar lo que más me gusta... la planta de su pie, vi como ella me ayudaba a separarlo del suelo para yo poder tocarlo mejor, por que como les digo a ella le gusta complacerme con mis gustos.

Como si fuera cualquier cosa yo le pedí que pusiera su peso en mi mano, sorprendido lo empezó a hacer pero con timidez. Así que le dije que lo hiciera en serio, y ni para que se lo dije, ella apoyo casi que todo su peso en ese pie que tenía en mi mano hasta que mis huesos sonaron y me tuve que apartar ¡que lastima! pero no aguante.
Como no tenía otra opción apoye mi mano en un almohadón y de nuevo le dije que me pisara la mano, y en un segundo ya estaba de pie con su peso en mi mano, como no me dolía se quedó unos segundos así, mientras yo estaba excitado pensando también en como si eso fuese una clase de castigo.

Seguido a eso nos acostamos en la alfombra besándonos y hablando de nuestro pasado y futuro. Ella se puso de pie para cerrar las cortinas porque ya estaba oscuro mientras yo seguía acostado, por suerte una de las cortinas estaba detrás de mí junto a un sillón, ósea que ella tenía que pasar sobre mí, lastima y obviamente que no encima mío, pero estando arriba yo le dije, ¡hey tienes que pagar ya te quiero morder tus piecitos! Y ella con una sonrisa me dijo... ¡está bien! Con un solo pie en el suelo poniéndome atención se sostuvo porque el otro lo tenía apoyado en el sillón. El pie que tenía en el sillón a la altura de mi cara lo fue bajando lentamente para dármelo en mis manos que tenía levantadas como si fuera un regalo... ¡para mí lo es! Por fin lo tome con las dos manos, y me lo lleve a la boca y nariz, lo empecé a oler profundamente y lo empecé a morder y a pasar la lengua apasionadamente por toda su deliciosa planta.
Ella nada más me miraba con detenimiento, y mientras me tenía así, comiendo de su pie, me empezó a comentar lo mucho que se divertía en las montañas rusas que hay en las fiestas de fin de año. Fue una larga historia por suerte mía, porque así yo estaba aprovechando ese tiempo bajo sus pies.

Como me tenía su pie en toda mi cara, ella casi no podía verme mientras me hablaba. Para poder verme lo corrió y lo colocó horizontalmente o sea
Que lo cruzaba de mejilla a mejilla tapándome la boca a pura decisión suya cosa que me gustó mucho.
Díganme si no es cierto... ¡sentir la curvita que se les hace en la planta con la boca, fue algo excitante. Observar a mi novia desde arriba con su pie postrado en mi cara! Bueno, siguiendo con lo sucedido, ella se movió un poco para pasar de disco, perdió el equilibrio y por fuerza tuvo que quitar el pie de mi boca.
Después de que consiguió lo que quería, sin decirme nada alzó su pierna y dirigió su pie rápido y firme hacia mi cara, como si me fuera a escapar, como diciendo "É tú no te vas de aquí" Ténganlo por seguro que nunca se me va a olvidar (todo lo resaltado) ¡Era definitivamente una de mis fantasías ya hecha realidad!.

Me pisó la cara tan excitantemente que llevaba más peso de lo normal, por lo fuerte y rápido que iba, por poco y le pongo cara de pervertido.
Como llevaba ese peso me destripo la nariz y la boca, así que pude percibir y deleitarme más con el olor de sus pies, con el perfume diría yo... cierto?
Yo quería sacar la lengua pero no podía por lo atrapada que estaba, pero si pude mover un poco los labios e hice que el interior de ellos se pegaran totalmente a esa deleitosa planta, así que siempre obtuve ese manjar tan exquisito.
Por un rato ella bajo un poco su pie de mis ojos y apoyó su talón en mi garganta, su planta en mi barbilla y sus deditos quedaban en mi boca, para ella era mejor, ya que me podía observar mejor.

Ya para mí todo esto estaba más allá de lo que yo creía que mi novia me podía complacer, pero ella parecía disfrutar de sus historias, así que finalmente le pedí que me moviera la cara con solo su pie, y lo empezó a mover de un lado a otro como si fuera su zapato... mas excitación para mí
Bueno ese día fue increíble y soñado para mí.


Licencia de Creative Commons

Un fetiche más es un relato escrito por Slave publicado el 30-05-2022 13:36:43 y bajo licencia de Creative Commons.

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