Tiempo estimado de lectura de 4 a 5 minutos

Aprendiendo a ser sumisa
Escrito por Sugar

Elena llevaba una vida bastante normal hasta que apareció él. Cobijada o atrapada en un matrimonio basado en el respeto, diálogo y rutina. Una vida cómoda e insulsa, con una vida sexual escasa pero correcta, todo tan correcto…. Él no tenía ni cara ni nombre, pero no se lo podía sacar de la cabeza. Todo había empezado como un juego, al abrir el buzón, entre la propaganda vio una pequeña nota escrita a ordenador donde ponía “¿Quieres jugar? Conozco un juego que te gustará. Yo seré tu amo y me obedecerás cuando menos te lo esperes”. Desde entonces, un resorte se movió en su cerebro y su cuerpo empezó a despertar de una manera incontrolable. Buscaba sexo a diario con su marido, no siempre con éxito, la rutina pesa demasiado. Se notaba especialmente excitada y echaba mano de sus juguetitos vibradores a diario. Su coño se humedecía con tan solo pensar en la nota. En soledad, torturaba su clítoris hasta llegar al orgasmo recreando en su mente un amo imaginario, sin rostro ni voz, que la sometía sin piedad… Sin saber si esto llegaría a hacerse realidad.
Trabajaba en una oficina, su horario era bastante normal, raramente llegaba de noche a casa pero aquel día se había quedado tomando algo con sus compañeros de trabajo y las cervezas se le habían subido un poco a la cabeza, se sentía un poco aturdida por la falta de costumbre. Aquel día se había puesto un vestido blanco, demasiado corto y demasiado ajustado, le marcaba todas sus curvas, incluidos sus pezones que ya parecían medio despiertos por esa ropa tan ajustada. Le gustaba prescindir de ropa interior, su marido era inmune ante tal provocación, así que pensó, equivocadamente, que el resto del mundo, también. Ya en el bar tuvo que ir a los aseos a despejarse y allí se encontró con Basi, el denominado “pulpo de la oficina” que, al verla algo perjudicada, se afanó en cumplir su papel. Era un baboso que nunca le había atraído lo más mínimo pero con la confusión mental que llevaba y con la sospecha fugaz de que fuera él el autor de la nota, se dejó hacer…. Torpemente, la empujó contra la pared, sujetándola de ambas muñecas. Los pezones traidores de Elena desvelaron su excitación. Su agresor no lo pasó por alto y manoseó con gusto esos grandes pechos libres de sujetador mientras su lengua pugnaba por entrar en su boca. Elena sintió asco pero incomprensiblemente su cuerpo iba por su cuenta. Su coño empezó a emanar efluvios como llamando a una acometida feroz. Lo que rechazaba su boca, lo deseaba su coño, ser invadido pero Elena no podía dejar de resistirse y forcejeaba para zafarse de aquel agresor inesperado ¿o aquel era el autor de la nota? ¡No, por favor! Gritó pero era inútil pedir ayuda con la fuerte música del local. Ese grito solo fue oído por su agresor que apresuró su ataque bajándose los pantalones. Al subir el vestido de Elena se sorprendió al encontrarse un coño sin opresión alguna de braga, tanga o sucedáneo… La tiró al suelo llamándola “puta” y se abalanzó sobre ella acorralándola antes de que pudiera escapar. Se sentó sobre ella y sacó sus pechos del escueto vestido manoseándolos a su antojo. Elena lloraba, sentía una fuerte presión en su estómago. El tipo empezó a hacerse una cubana con sus pechos. Con una mano, la agarró de los pelos y así su boca quedó en un ángulo perfecto para recibir las embestidas de su polla. Un fuerte tirón de pelo le indicó que abriera la boca. Una polla erecta, ya brillante le folló la boca a placer mientras ella contenía las arcadas. Su atacante no debía tener mucho aguante ante esa escena, ya que, enseguida, se movió para que su polla atacara su coño. A pesar de la excitación inicial, el miedo había interrumpido en parte la excitación de Elena. Su compañero de trabajo la penetró sin comprobar su lubricación y esto le causó dolor. Parecía que era lo que pretendía, ya que sonrió mientras la follaba profundamente y, entre gemidos, le dijo ”No te enfades, Elenita, solo te estoy preparando para tu deseado amo, así que tómalo como un entrenamiento” y se corrió profusamente dentro de ella. Se levantó, sacudió las últimas gotas de semen encima de ella y se fue, dejándola tumbada en el suelo aturdida.
Cuando Elena consiguió recomponerse y volver a la mesa, se dio cuenta de que su agresor era el centro de atención, contando chistes verdes sin parar. Se excusó rápidamente y se fue a coger un taxi hasta su casa. Al entrar en el portal comprobó que no había luz, así que se olvidó de coger el ascensor para acceder a su piso en la planta tercera. Con resignación, activó la linterna del móvil e inició el ascenso, después del primer tramo llegó al entresuelo. Allí vivía un viejito que, según sus últimas noticias, estaba ingresado en una residencia, por tanto, el piso estaba vacío. Pero, de repente, la puerta se abrió y una potente luz la cegó. Unos brazos fuertes la rodearon y en volandas la metieron en el piso. De repente, se hizo la más completa oscuridad, su móvil había caído demasiado lejos para que su débil linterna la pudiera ayudar en algo. Estaba sujeta por ambos brazos con tal fuerza que chilló de dolor. Su atacante solo le susurró al oído que él era su amo antes de amordazarle la boca y tirarla sobre lo que parecía una cama. “Espero que mi vasallo te haya enseñado a comportarte bien conmigo, como una buena puta”. Elena sintió que le ponía algo que le cubría los ojos y se encendieron las luces. Su amo empezó la instrucción.
- Así va este juego, siempre llevarás esa máscara en mi presencia y nada más. No te preocupes, te queda preciosa pero impedirá que me veas a mí o a cualquiera de mis amigos que te utilice para darme placer (tranquila, Basi no entra en esa categoría pero si no eres buena con él, me enteraré). Acudirás siempre que te cite donde y cuando te indique y obedecerás todas mis órdenes. No es tan difícil, ¿no? Ahora, desnúdate para mí.
Elena sabía que una nueva etapa en su vida había empezado cuando se empezó a desnudar rodeada de oscuridad.


Licencia de Creative Commons

Aprendiendo a ser sumisa es un relato escrito por Sugar publicado el 25-07-2022 13:14:19 y bajo licencia de Creative Commons.

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36 No me gusta0
Comentarios  
SilviaX
0 #1 SilviaX 26-07-2022 11:18
Me parece buenísimo, me quedo a la expectativa de la continuacion
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