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Ama Carmen (capítulo 3)
Escrito por duq

CAPITULO 3

(se recomienda leer los anteriores)


Él se quedó sin saber que decir, bloqueado y con sus manos acariciaba su piel, que en esos momentos ardía, tratando de aplacar el calor que desprendía su cara.

- Como has de lavar a partir de ahora mi lencería?

- A mano Carmen, siempre a mano.

- Ves que fácil es aprender cuando se tiene la motivación necesario para hacerlo, le dijo ella.

Entonces ella se fijó en un pequeño bulto empezaba a destacar por la braga, no quiso decir nada pero quería hacer una prueba más, ponerlo aún más al límite.

Le cogió de una oreja y de un tirón fuerte le puso la cara a la altura que ella quería.

- Me apetece darte alguna hostia más Toni, pon la cara y no te muevas.

El hizo lo que ella le dijo, seguía aun bloqueado y sin darse cuenta deseaba ser abofeteado por ella.

Ella sin pensarlo más le dio dos bofetones más, miro su entrepierna y el bulto era ya más que evidente, entonces le dio dos más y le dijo que se arrodillase.

El obedeció y ella dio una vuelta alrededor de él y se paró con el coño a la altura de su cabeza, junto a sus ojos y su boca.

- Bésalo, solo besarlo Toni.

- Gracias Carmen.

- Dime, que soy para ti?

- Lo eres todo Carmen, eres mi Diosa, mi Reina.

- Quiero que mañana vayas y compres un collar de perro, lo quiero rojo con tachuelas plateadas y cuando me sirvas o me vayas a comer el coño te lo pondrás, entendido?

- Si Carmen.

- Necesito ver y sentir si deseas ser mi perro.

- Lo deseo todo de ti Carmen.

Entonces ella se sentó en la cama, abrió sus piernas dejando su húmedo coño a la vista de Toni, bajo su mano hasta la entrepierna de Toni y ahí agarro su polla medio erecta y sus huevos, apretó su mano con fuerza hasta hacerlo retorcerse y casi perder la respiración.

- Que es esto perrito? Es que mi perro se excita cuando le doy bofetadas?

- Me excitas tu Carmen, la situación, todo esto.

El seguía con miedos y sin admitir abiertamente que ser humillado y castigado era lo que le excitaba y le daba placer, lo que deseaba.

- Mañana buscaras la fusta esa que me regalaron en aquella fiesta BDSM y que no se en que caja de la mudanza va y me la entregaras porque quiero seguir experimentando, creo que ha llegado el momento de dar un paso más contigo.

- Si Carmen.

- Ahora cómeme el coño y hazlo bien para que me corra y me relaje.

Él se tiro como un loco hacia el coño de Carmen y empezó a lamerlo y besarlo como mejor sabía hacerlo, le chupaba el clítoris y le lamia todo, ella ante tanto deseo, tanta pasión y esa lengua tan viva y motivada, enseguida empezó a disfrutar y los gemidos que daba la delataban, su flujo empezó a emanar de aquel coño sediento de placer y ella gozaba como una loca, el mientras se lo comía y como no podía tocarse su polla subió una mano para acariciar el pecho de Carmen, en ese momento ella le agarro del pelo a él y tirando de su cabeza la saco de entre sus piernas para darle dos bofetones más, cuando parecía que todo quedaba en eso le dio otros dos más.

- Solo podrás tocar lo que yo te permita, ni se te ocurra tocarme nada que no te haya ordenado o permitido, entendido?

- Si Carmen, perdóname.

- Sigue, le dijo.

El volvió a su coño ahora más caliente y más ansioso, tenerlo así, pensó Carmen para sí misma, es ideal porque la servía como ella quería, solo importándole el placer de ella y dándole placer con su boca, estaba claro que debía empezar a usar los castigos físicos, Toni tenía mucho temor a todo lo que se saliese de lo establecido pero su componente masoquista era muy evidente e importante en él.

Su lengua no paraba y ella ya se había corrido al menos dos veces, había soltado gran cantidad de flujo y muchos fluidos, él lo había tragado todo como a ella le gustaba.

- Quieto, para un momento, le dijo ella.

Déjame que me dé la vuelta que ahora quiero que me comas el culo, que metas tu lengua bien profunda y me hagas correr también ahí, ya sabes cómo me gusta que lo hagas.

Se dio media vuelta y abrió sus piernas para facilitarle el trabajo a Toni, el cuándo se lo indico al igual que con el coño metió su lengua en el culo empezó a lamer y besar aquel culo que tanto deseaba, estaba muy encendido y pensaba que quizás Carmen después de complacerla le permitiese aliviarse a él, ya que su polla iba a reventar aquella braga.

Los gemidos de Carmen volvían a delatarla, lo estaba disfrutando realmente con placer, no sabía ella bien si eran por las lamidas de Toni y por las hostias que le había estado dando lo que le hacían avanzar en sus deseos de someterlo, además de correrse se estaba sintiendo con cada vez más poder ante él, además todas las conversaciones que habían tenido estos últimos días le hacían pensar de forma muy optimista para su futuro y cuando menos eran un avance grande, sentir aquel poder era lo que más placer le daba.

Por fin se corrió Carmen otra vez y con la lengua de Toni en su culo, era maravilloso.

Le indico que parase y que recuperase el aliento, ella se dio la vuelta y volvió a sentarse en la cama, él estaba de rodillas ante ella, esa era la imagen que ella había soñado siempre, la que más le gustaba.

- Has cumplido bien Toni, la verdad es que estas adquiriendo una destreza con tu lengua que es fantástica, me gusta que te esmeres y voy a disfrutarla mucho.

- Gracias Carmen complacerte y verte disfrutar es lo que más deseo.

- Me haces disfrutar, quédate con eso porque eso es a lo que quiero que dediques todos tus esfuerzos.

- Gracias Carmen.

- Sabes, he estado pensando mientras me hacías disfrutar y creo que esta habitación para los dos, los armarios para los dos, el aseo para los dos y todo para los dos va a ser muy agobiante, muy poco cómodo y nada practico, ahora que tenemos una casa grande es mejor disfrutarla bien y estar ambos cómodos, así que este dormitorio que es el principal me lo quedo yo y tu habitación a partir de ahora será la contigua, ahora enseguida trasladaras tus cosas del armario y tus cosas del aseo, así dejaras espacio libre para que puedas ordenar y poner todas mis cosas más cómodamente y más accesibles.

- Pero Carmen …

- Calla Toni, no te he consultado y ahora no te quiero oír, te he comunicado lo que he decidido y te he ordenado lo que debes hacer.

No me obligues a castigarte y darte alguna bofetada más, que quizás si lo hago creo que te correrías sin tocarte y de momento correrte es algo que tienes prohibido.

Otra cosa, desde este momento ten muy claro que mi dormitorio es algo sagrado y que cuando quieras entrar a él para lo que sea y este yo dentro debes llamar y solicitar de manera educada y respetuosa autorización para entrar, entendido?

Espero que te haya quedado muy claro.

- Si Carmen.

- Besa mis pies Toni.

El bajo su cabeza y beso los pies de ella, con unos besos que apenas decían nada.

- Bueno, vista la pasión y el deseo de los besos que me das en los pies, para y aléjate, haz el cambio de ropa y cosas que te he dicho, quizás tanga que ir restringiéndote privilegios de los que gozas y no sabes agradecer y cuando tengas ganas de rozar con tu boca la piel de mis pies, yo no te lo permita.

El entonces hizo el ademan de querer no apartarse de sus pies, se dio cuenta que había enfadado a Carmen pero ella no le dijo y le aparto con sus pies empujándole.

- He dicho que basta, tengo que decírtelo otra vez?

- No Carmen, perdona, lo siento.

- Obedece y haz lo que te he dicho de los cambios, déjame la habitación como te he dicho que la quiero, voy al salón a fumarme un cigarrillo, donde está mi bata? Y mis zapatillas?

Él se levantó y le saco de un armario una bata de seda azul mar, le ayudo a ponérsela, después saco unas zapatillas cómodas de casa azules también, se las puso arrodillándose ante ella y cuando ya lo tenía todo salió de la habitación dejándolo a él haciendo todo lo que le había encargado.

Bajo al salón cogió un cigarrillo y se sentó en un sillón a fumarse el pitillo tranquilamente, mientras tanto cogió el teléfono móvil y estuvo charlando con alguno de los contactos que tenia de la zona, después entro en la aplicación de su grupo de BDSM y se dio cuenta que era la misma de la que su madre le había hablado, allí tenía varias solicitudes de amistad, una de ellas era la de su madre que le daba la bienvenida, había un par de ellas más que parecían conocidas de su madre, después dos sumisas, una joven, incluso menor que ella que tenía 26 años y otra de unos 40 años y después varias solicitudes de sumisos, las de siempre, es decir los picaflores y que apenas tenían nada que ofrecer y luego una interesante de un chico de 30 años, aquello le daba buena impresión y pensó que era interesante y había futuro en aquella gente.

Toni termino de hacer lo que le había encargado Carmen y bajo hasta el salón a buscarla, cuando llego ante ella aún tenía bulto en su braga, se arrodillo delante de ella y le suplico que le perdonase, le dijo que era un estúpido siempre lleno de miedos y temores, que no sabía cómo expresarse y que ella sabía que el la adoraba, ella no decía nada, solo escuchaba, le miraba directamente a sus ojos y él era incapaz de aguantarle la mirada.

- Antes ya te he dicho todo lo que quería decirte Toni, no tengo nada más que añadir, le dijo ella, te dije en el tren que habría cambios en nuestra vida, ahora se trata de que los aceptes o no.

- Se donde está la fusta Carmen, quieres que te la traiga, le dijo el tratando de darle en el gusto a ella y así poder complacerla.

- Yo sé cuáles son mis deseos y te los he expresado, eres tú el que debe aclarar los tuyos y expresarlos, pero diciendo que solo deseas estar conmigo y como yo quiera, no, quiero que seas tú el que exprese con claridad sus deseos y sobre todo que pongas en práctica lo que dices.

Carmen había oído lo que le había dicho Toni de la fusta pero no quiso darle importancia, no quiso que el viese en ella ningún símbolo de flaqueza, por lo que siguió dirigiéndose a él como si no hubiese oído nada.

- Ahora me voy a dormir, mañana será un día muy largo.

Has preparado mi dormitorio como te he ordenado?

- Si Carmen todo esta como deseas.

- Buenas noches, dijo ella.

Se levanto del sofá y se fue hacia su dormitorio, él se quedó allí sollozando y reflexionando lo que significaba contradecir a Carmen o no hacer las cosas como ella desea que se hagan.

A la mañana siguiente Carmen se levantó descansada y esperando que el día fuese un gran día, por todo lo que había sembrado el día anterior y por las novedades que presentaba el propio día con todo lo que debía de hacer.

Después de levantarse salió al pasillo y llamo a Toni, este le respondió desde abajo.

- Bajo en 10 minutos, ten mi desayuno preparado para cuando baje porque tengo muchas cosas que hacer hoy y no quiero agobiarme.

- Si Carmen, le dijo el, lo tengo ya casi listo.

A ella siempre le había gustado que él le preparase el desayuno, incluso algunas veces le pedía que se lo llevase a la cama, la verdad es que ella apenas hacia nada de la casa, era algo que no le gustaba y a él sí que le gustaba dedicar tiempo a esas labores domésticas, pero sobre todo a dedicarse a ella.

Como tenía un par de citas a última hora de la mañana eligió una lencería violeta que le realzaba el pecho y dejaba poco a la imaginación ya que era bastante transparente y con sus pezones grandes, con una aureola marrón clarito grande quedaban genial, la braga de ese conjunto era minúscula, apenas le tapaba su línea de pelo en su pubis y por el culo era como un hilo, con ese conjunto se sentía sexy y atractiva y realmente lo estaba, después se puso un vestido azul de falda plisada y unas sandalias con buen tacón también azules con una flor blanca en el centro.

Bajo a la cocina y allí estaba Toni con su desayuno preparado.

- Buenos días Carmen, espero que hayas dormido bien y que hayas descansado.

- Si Toni, he descansado.

- Estas guapísima si me permites que te lo diga.

- Gracias, tengo muchas cosas que hacer esta mañana, le dijo ella mientras desayunaba.

- Si, lo se Carmen, por cierto anoche con todo lo que paso se me paso decirte que llame a Cristóbal como tu querías y que me dijo que le llamara cuando tu quisieras y el vendría a verte, si querías hoy podría ser hoy él está dispuesto cuando tú quieras y muy contento de recibir la llamada.

- Y eso porque no me lo dijiste anoche?

- Ya te digo que con todo lo que paso se me olvido, lo lamento, perdóname.

- Muchas veces y en demasiadas ocasiones estas pidiendo perdón últimamente y eso no te exonera de tu responsabilidad, piensa en ello porque hemos de ponerle solución a tanta necesidad de pedir perdón.

También piensa en que debería de hacer yo, porque si no me sirves ni tan siquiera para darme un recado deberé de buscarme alguien que lo haga correctamente y sepa servirme como deseo y sin excusas, lo cual no descarto.

Estas caminando por una línea muy fina y delgada Toni, estas al límite y has perdido credibilidad, piensa en ello porque yo deseo soluciones no problemas.

- Carmen por favor, te lo suplico ha sido un pequeño olvido, perdóname.

- Quiero que esta mañana dejes todo el contenido de las cajas puesto en su sitio, no quiero ver más cajas por en medio de la casa, recoge y arregla mi dormitorio y mi aseo, lava lo que te di ayer, termina de arreglar lo de la mudanza y ve a comprar ese collar de perro que ayer te dije.

- Si Carmen, hare todo eso, por cierto, he encontrado la fusta que me dijiste, te la he dejado en el estudio.

- Al respecto del estudio, esa habitación aquí abajo será mi estudio, a ti ya veremos donde podemos ubicarte, en realidad tu solo necesitas una mesa y un ordenador, ese estudio quiero que sea sagrado es decir, en absoluto un sitio de paso de la casa, al igual que en mi dormitorio cuando tengas que entrar llama y pide permiso, cambiaremos algunas reglas de comportamiento en la casa que ya te iré comunicando, pero quería que supieses eso y también que el dormitorio que hay arriba junto al tuyo será el cuarto de pensar, que ya te diré lo que eso significa, ahora ya no tengo tiempo, he de irme y el coche me espera en la puerta.

Te oí anoche lo de la fusta y te he oído ahora, deja la fusta en mi estudio, quizás me apetezca usarla luego ya que tu pareces tener mucho deseo de que lo haga.

A Cristóbal le llamaras luego depende de cuando yo llegue a casa.

Te he dejado encima de tu cama en tu dormitorio la tanga que deberás usar hoy, espero poder comprarte más, para que tengas un buen surtido para ponerte cada día.

Te llamare si vengo a comer, ya sabes que tengo dos citas al medio día.

Se dio media vuelta y se fue, su coche con el chofer la esperaba en la puerta.

Primero fue a dos inmobiliarias para poner en marcha el tema de la compra de su nueva casa en una urbanización de lujo, después paso por una conocida tienda de lencería y compro unos conjuntos para ella y algunas bragas y tangas para su Toni.

Después fue a una empresa que se dedica a preparar bodas y en la que ellos se encargan de todo por completo y se estuvo enterando de las posibilidades que tenía, le dieron mucha información y quedaron emplazados para una próxima cita en la que ya le presentarían opciones concretas.

Tras esto se acercó al concesionario de coches para ver el coche que deseaba, el que le gustaba era un Range Rover, un coche amplio, cómodo y perfecto para ellos, lo vio, eligió el modelo, color. los extras y como tardarían unas semanas en servírselo firmo todo, dio un cheque con una señal y quedo a la espera de que recibiesen el coche y la llamasen.

Por ultimo y antes de sus citas se acercó al banco, había algo que ella quería hacer y dejar solucionado y ahora que sabía que Manuel le atendería con exquisita atención y una motivación extra, no lo dudo y se acercó a verlo, al entrar la atendieron y ella dijo que quería ver al director dando su nombre, le dijeron que esperase un momento y al instante un apurado Manuel salió a buscarla.

- Buenos días Señora Carmen, que tal está usted, le dijo ofreciéndole su mano.

- Buenos días Manuel, quería consultar un tema de las cuentas que tengo aquí.

- Pase por favor a mi despacho y estaremos más cómodos Señora.

Le indico por donde ir y tras ella cerró la puerta.

Enseguida se arrodillo y beso sus pies.

- Ahora no Manuel, es suficiente sin esas muestras, le dijo ella.

- Perdóneme Señora Carmen pero mi Ama me ha educado así.

- Si, se lo estricta que es tu Dueña Manuel, pero repito, es suficiente así y no deseo ponerte en un aprieto.

- Gracias Señora.

Dígame, que desea? En que puedo ayudarle?

- Necesito tener una tarjeta de esas especiales que no tienen límite para no andar agobiada con algunos gastos.

- Sin problema, le tardara un par de días al menos, pero se la solicito ahora mismo y si lo desea yo mismo se la llevare a su domicilio.

- Eso estará bien.

- Además de eso quiero blindar las cuentas, tanto las de inversión como la corriente donde se ingresan los réditos y alquileres para que sea solamente con mi autorización y conformidad como puedan usarse.

- Pero para eso necesitaremos la firma del otro titular Señora.

- Es posible hacerlo sin esa firma Manuel?, no hay problema en traer la firma de Antonio, pero quisiera que eso quedase de forma privada hecho.

- Puedo mirarlo Señora, quizás haya una forma pasando de una cuenta a otra, pero déjeme por favor y lo veo detenidamente para que no de problema alguno esa operación.

- Míralo y dime algo en el momento que puedas, quiero dejar esto bien arreglado.

- Así lo hare Doña Carmen.

- Te tiene bien educado tu Dueña, me gusta.

- Gracias Señora, es mérito de ella.

- Te creo Manuel.

- Siempre a sus pies Señora, un placer haberla ayudado.

Ella se dio media vuelta y se fue después de que él le abriese la puerta educadamente.

Ya lo tenía todo resuelto y solo le quedaban las dos citas de la aplicación de contactos con las que había quedado, a la primera llegaba tarde, había sido una mañana muy intensa, su coche le dejo en la puerta de la cafetería donde había quedado y ella le dijo al chofer que esperase en algún parking a que ella le llamase, que vigilase los paquetes que llevaba.

Entro en la cafetería y al fondo en una mesa vio al hombre que parecía su cita, se saludaron y se sentaron a charlar, desde el primer instante a ella no le agrado, era el típico tío de unos treinta y pocos con mucho gym en su cuerpo y poco cerebro desarrollado y aunque ella solo lo deseaba para follar siempre debía ser alguien que llamase su atención, que le pusiese, además el de esta cita aunque dotado era el menos dotado de los dos, apuraron su bebida y amablemente se intercambiaron teléfonos para verse en otra ocasión, era obvio que eso no ocurriría.

Se fue y su coche le llevo hasta otra cafetería esta con más clase en la parte alta de la ciudad, allí fue ella la que parece ser que llego primero así que pidió un refresco y espero, al instante apareció su cita y aquel sí que le atrajo y le intereso desde su llegada, era moreno, alto, bien formado, educado y también en los treinta y poco, tenía una conversación interesante y parecía tener mucha experiencia, le conto que se veía de vez en cuando con otra chica que hacía cornudo a su marido, así que él tenía experiencia en ser corneador y cornear, además no tenía problemas en que participase el cornudo para chuparle la polla ya que a la otra chica le gustaba humillar así a su marido, eso sí, él no quería follarse al marido, que ya se lo había pedido su otra amante pero él no había querido hacerlo, era algo que no le ponía, Carmen le dijo que su pareja aun no llegaba a eso pero que sería algo interesante a explorar, humillar si le apetecía y estaría presente en alguna escena, no sabía ahora mismo si en todo pero sí que se le pediría que les sirviese algo y sobre todo quería mostrarle la polla del amante a su pareja, también le comento que no permitía ser penetrada analmente y que se la chuparía aunque no era de las practicas que más le gustaban, pero no podría correrse en su boca, estuvieron en todo de acuerdo, coincidían en gustos y deseos y lo pasaban bien contando anécdotas mientras la tensión sexual de ambos subía.

Ella le dijo si le apetecía echar un polvo ahora y él le dijo que encantado, que lo estaba deseando porque ella le había gustado mucho, así que ella saco de su bolso el móvil y llamo a casa.

- Dime Carmen, le respondo Toni.

- Espero que hayas arreglado ya mi dormitorio y el salón, porque voy para casa a follar con una de mis citas y quisiera que todo estuviese en orden.

- Todo está como tú has dicho Carmen, no te preocupes.

Yo que hago?, me voy o me encierro en otro cuarto?

- No, tú te quedas en casa, en la cocina porque seguro que nos dará algo de hambre, ya que espero que no quiera echarme solo un polvo, le dijo sonriéndole a Toni y acariciando la entrepierna a media erección de su nuevo amante.

Entonces sin esconder su teléfono le pregunto a su nuevo amante si le gustaba la cerveza o deseaba otra bebida, ella quería que Toni supiese que lo hablaba con él mientras el teléfono estaba conectado, humillarlo así la excitaba y le daba ese poder que tanto placer le daba.

- Toni, ten preparada y fresca cerveza, también cubitos para los martinis, será lo que tomemos y tú nos los servirás, estate atento que en unos minutos estaremos ahí.

Colgó el teléfono y su nuevo amante la abrazo y empezó a besarla con deseo y excitación mientras acariciaba sus pechos por encima del vestido.

Le pregunto si tenía coche, le dijo el que no, que había ido caminando porque vivía relativamente cerca y ella saco de nuevo su móvil y llamo a su chofer indicándole que les recogiese en la puerta del local, una vez que subieron al coche ella le ordeno llevarles a casa y se volvió hacia su nuevo amante a besarlo y acariciar su polla por encima del pantalón, aquello prometía mucho, el bulto era tremendo y por las caricias de ella se había puesto muy dura, el por su parte metió su mano por debajo de la falda y noto las humedades de ella, su braga estaba totalmente empapada, el deseo era de ambos y las ganas que se tenían muy exageradas.

Llegaron a casa y Carmen le indico al chofer que ahora saldría Toni a recoger las bolsas que le esperase y luego ya no lo necesitaría.

Llamaron a la puerta y les abrió Toni, ellos iban de la mano.

- Él es Toni, mi pareja y cornudo, él es Andrés mi nuevo amante, dijo ella haciendo las presentaciones.

- Encantado Andrés, dijo Toni.

- Hola, un placer, dijo Andrés.

- Toni, recoge del coche las bolsas de lo que he comprado y lo pones todo en mi dormitorio.

- Si Carmen.

Toni estaba sonrojado, agobiado pero no quería que se le notase, eso le hacía parecer ingenuo y ridículo, sensación que no le gustaba, Carmen se movía como con más facilidad, era uno de los momentos que más deseaba y estaba ocurriendo en la realidad, Andrés se sentía muy cómodo y estaba muy excitado.

Entraron a casa y fueron directos al salón, allí se sentaron en el sofá pero empezaron a besarse y acariciarse y las prendas fueron cayendo, él tenía un buen cuerpo, musculado pero sin exagerar y eso le gusto a Carmen cuando le quito la camisa y mientras le abría el pantalón, ella no dejaba de acariciar aquel bulto que la tenía obsesionada y mientras tanto le besaba las tetillas y le lamia sus pezones, él se quedó encantado con la lencería de ella una vez que le saco el vestido por encima, su braga era minúscula y tremendamente sexy y su sujetador aun hacia más atractivas sus tetas, se volvió realmente loco mientras se las acariciaba y se las chupaba, así estaban disfrutando ambos cuando Toni apareció y carraspeando.

- Perdón, no quiero interrumpir, Carmen ya he puesto las bolsas en tu dormitorio, hay una llena de folletos y catálogos.

- Si, esa déjala en mi estudio, la de la lencería en mi dormitorio.

Decía esto mientras Andrés seguía lamiéndole los pezones y tenía su mano en su entrepierna dentro de su braga, ella hablaba pero a la vez gemía de placer.

- Solo vine a preguntar si queréis tomar algo, dijo Toni.

En ese momento por fin Carmen pudo bajar el slip de Andrés y aquel pollon todo duro emergió sin resistencia alguna, era grande, gorda y su glande brillaba por el líquido preseminal, Carmen no dejaba de acariciarlo pajeandolo y bajando hasta sus pelotas, gordas y cargadas de semen.

Pero sobre todo, pese a la excitación física del momento lo que más encendía a Carmen era que esa fuese la primera vez que Toni presenciase una escena de sexo en la que ella era la protagonista, esa escena de humillación hacía que la excitación de Carmen creciera hasta límites insospechados, ni ella pensaba que pudiera ser así.

- Andrés tú quieres tomar algo que mi chico quiere saberlo para prepararlo.

- Una cerveza estará bien, dijo.

- Prepara una cerveza para Andrés y un martini para mí, ya sabes cómo me gusta.

- De acuerdo Carmen, respondió el.

- Pero nos lo servirás arriba en mi dormitorio, nos vamos hacia allí que estaremos más cómodos y queremos follar ya, sabes cómo comportarte y proceder para todo, no?

- Si Carmen, gracias.

Él se fue hacia la cocina a preparar las cosas mientras Carmen y Andrés aun besándose y deseándose dejaron allí tirada toda su ropa y desnudos salieron del salón, Andrés llevaba a Carmen cogida de la cintura y de vez en cuando le acariciaba sus tetas, ella le llevaba a el de la polla, aquella polla la tenía entusiasmada y no podía dejar de tocarla y disfrutarla.

Cuando pasaron por enfrente de la cocina para llegar a las escaleras y subir al dormitorio de Carmen, esta se paró en la puerta.

- Quiero que te desnudes y te quedes solo con las braguitas que llevas hoy, el resto del día nos servirás así, algún problema?, le dijo Carmen.

- Ninguno Carmen, lo hare como quieras.

- Muy bien cornudito, le dijo ella sonriendo.

El comenzó a desnudarse para quedarse solo como ella le había indicado.

Andrés sonrió y le dijo al oído a Carmen que era muy morbosa y Carmen se mojó de puro placer de ir consiguiendo lo que tanto deseaba.

Llegaron al dormitorio y no pudieron aguantarse Carmen empujo a Andrés a tumbarse en la cama y ella se subió encima de él clavándose la polla en todo el coño, después empezó a cabalgar de forma salvaje mientras él le amasaba las tetas y la atraía hacia el para besarla y chuparle esas tetas que tanto le gustaban. Así estuvieron un buen rato ella ya se había corrido una vez pero quería más, mucho más.

Toni llego hasta la puerta y con sus nudillos toco un par de veces mientras no podía dejar de mirar la escena de su amada Carmen siendo follada por aquella pedazo de polla y en esa brutal cabalgada, como bamboleaban sus tetas y como disfrutaba ella.

Carmen había oído llamar a su puerta pero pensó que debía hacerle esperar y que viese como era follada, pero sobre todo que viese como disfrutaba ella de ser follada y de tenerlo a él mirando desde la puerta lleno de deseo.

Sin que apenas se notase miro hacia la puerta y quiso ver su Toni le había obedecido e iba solo con las bragas, el bonito tanga rojo que le había dejado esta mañana para que se pusiera.

Los gemidos de Carmen se incrementaron y se aceleraron estaba a punto de correrse otra vez y no tardo mucho, fue muy sonora y todo un brutal orgasmo, el aun aguantaba, era un excelente amante, ella tras correrse se dejó caer hacia delante encima de Andrés y se estuvieron besando unos segundos, después se hizo hacia el lado y ambos descansaban recostados en la cama.

- Pasa Toni, puedes pasar, deja las bebidas ahí en la mesita del tocador.

- Si Carmen, además de las bebidas he puesto unas aceitunas.

- Estupenda idea Toni, gracias, eres muy atento, dijo ella.

- Gracias Toni, dijo Andrés recuperando el aliento.

- Deseáis algo más?, dijo Toni.

- De momento no, te llamare si deseamos algo más.

Bueno, espera, si, tráeme mi tabaco, el encendedor y un cenicero.

No te he dicho nada pero te queda genial ese tanga, te hace un culo precioso.

- Es cierto Carmen, está muy morboso con el tanga, le queda muy bien, dijo Andrés.

- Si Carmen, dijo Toni.

Se dio media vuelta y fue abajo a buscar el tabaco.

Volvió a subir y volvió a quedarse en la puerta, llamo de nuevo con dos toques.

Carmen y Andrés jugueteaban en la cama, al rato, no enseguida, Carmen sin mirar dijo.

- Si?

- Permiso por favor, dijo Toni.

- Puedes pasar, le respondió Carmen.

- Me encanta su educación, dijo Andrés.

- Para mí es importante la educación y el respeto, para el también, dijo Carmen.

- Aquí en la mesita te dejo el tabaco, encendedor y cenicero Carmen.

- Pon un poco de música suave, le dijo Carmen.

- Si claro, respondió el.

Cuando la puso a gusto de Carmen esta seguía pajeando la polla de Andrés recostada sobre él.

- Pasa a mi aseo y espérame ahí Toni, enseguida voy, le dijo Carmen.

- Si Carmen.

Toni paso al aseo y entorno la puerta para esperarla, no sabía lo que podía desear Carmen.

- Eres muy morbosa Carmen, le dijo Andrés.

- Porque me dices eso ahora?, pregunto ella.

- Por cómo le tratas, como le dominas y porque supongo que ahora querrás mearle en su cara o boca y por eso le llevas al aseo.

- No, aun no estamos en ese estado, ojalá, es algo que deseo, pero aún no está del todo sometido, pero lo estará, es que quiero decirle algo y no me apetecía bajar yo hasta la cocina.

Espérame que enseguida vuelvo, le dijo Carmen a Andrés.

- Tranquila.

Ella se levantó de la cama y desnuda como estaba fue hacia el aseo, entro y cerró la puerta, allí la esperaba Toni en pie junto a la ducha.

- Veo que te gusta lo que ves, que te gusta ver cómo me follan y me dan placer, le dijo Carmen señalándole su bulto en la braga.

Él no sabía que responder eran muchas sensaciones nuevas en tan solo unas horas, estaba acalorado y no le salía el habla.

- No importa que no digas nada Toni, tu cuerpo habla por ti, solo espero que estes disfrutando porque me ves a mi disfrutar.

- Así es Carmen, acertó a decir.

- Bueno te he traído aquí para no ponerte en una situación incómoda delante de Andrés al decirte lo que te quiero decir, en ese momento ella le miro a los ojos, me encantaría ver cómo le comes la polla a él, como te muestras sumiso y obediente, como me complaces en mis deseos.

- Carmen, no me pidas eso por favor, estoy haciendo un esfuerzo enorme en mostrarme como deseas de sumiso y obediente, recibo con placer la humillación que me haces pero por favor no me pidas eso porque no se si soy capaz y no quiero hacerte enfadar y dejarte mal.

- Valoro el esfuerzo que estás haciendo Toni y estoy feliz porque de momento lo estás haciendo muy bien, así te quiero de sumiso y obediente, de atento a lo que yo deseo, pero ya sabes que si ahora me dices que no le comerás la polla te llamare para que me comas el coño después de haberse corrido el dentro y te aseguro que tiene las pelotas bastante cargadas por lo que deberás de tragar mi corrida y la suya, entendido?

- Si Carmen eso creo que podre hacerlo y gracias Carmen.

- Deseas ahora besarme los pies?

- Lo deseo siempre Carmen.

- Hazlo.

Él se arrodillo y le beso los pies, ahora si sentía ella la pasión que deseaba en esos besos.

- Esto de postrarte así ante mí y besarme los pies lo harás cada vez que te lo indique y aunque sea delante de quien sea, el o quien sea, entendido?

- Si Carmen.

- Por cierto él pensaba que ahora te quería mear en tu boca, es algo que deseo hacer cuando estes preparado, solo quiero que lo sepas.

Salgo ya, ahora después sal tu y compórtate como me gusta.

Ella abrió la puerta y salió todo contenta y feliz de todo lo que estaba consiguiendo.

Se fue hacia la cama y allí se recostó con su amante cogiéndole de nuevo la polla y acariciándola.

- Todo bien Carmen?, le pregunto él.

- Todo genial, y tú?, respondió ella.

- Deseando follarte más.

- Pues no esperes más.

Él se bajó hasta su coño poniendo su polla a la altura de su boca y empezaron a realizar un sabroso 69 en el que ambas bocas se daban mucho placer mutuamente.

Fue cuando salió el del aseo y pudo presenciar ese 69, no podía dejar de mirar todo con suma excitación.

- Perdón, no quiero molestar, bajare a la cocina, desean algo?

- No, gracias Toni, dijo Andrés dejando por unos instantes el coño de Carmen sin lamer.

Carmen que estaba encima con la polla cogida por la mano y lamiéndola sin que terminase de entrarle toda en su boca, le miro fijamente y sacándose la polla de su boca para mostrársela le dijo.

- Si cambias de opinión me lo comunicas Toni.

Ahora cuando bajes recoge toda la ropa, la mía y la de Andrés, la doblas cuidadosamente y la traes aquí.

- Si Carmen.

Toni bajo las escaleras muy excitado, recogía como le habían indicado la ropa de ambos y volvió a subir, cuando llego a la puerta toco de nuevo un par de veces.

Andrés había puesto a Carmen a cuatro patas y se la estaba follando como un verdadero empotrador, ella gemía y gemía sin poder aguantarse, ya se había corrido otra vez con el 69 y ahora estaba a punto de explotar de nuevo, él no pensaba que podría aguantar más y ya le había avisado a ella que se correría en su coño pronto.

- Puedes pasar mi cornudo, deja la ropa en los sillones y espérate ahí, observa cómo nos corremos, le dijo ella.

En tan solo unos instantes, ambos dos tensaron sus cuerpos y explotaron en un orgasmo brutal, Toni los miraba excitado no perdiendo detalle alguno.

Andrés cuando termino de descargar en el coño de Carmen se recostó junto a ella y ambos quedaron en silencio recuperando el aliento.

- Esta mañana has comprado el collar que te dije?

- Si Carmen.

- Donde lo has puesto?

- Lo he dejado en tu estudio, junto a la fusta.

- Bueno, pues ve y póntelo, ya sabes que me gustas mucho cornudo y sumiso, ahora vas a servirnos como ayer te indique y a mí me gusta, con tu collar de perrito puesto.

- Si Carmen.

Una humillación más que ella le imponía y que el sorprendido notaba que le excitaba.

Bajo las escaleras corriendo, entro en el estudio, busco el collar y se lo puso.

Estaba realmente excitado, con el collar puesto se sentía más sumiso, más perro para ella y el deseo de complacer a Carmen crecía y le hacía sentirse bien.


continuara ...
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Ama Carmen (capítulo 3) es un relato escrito por duq publicado el 31-08-2022 10:40:38 y bajo licencia de Creative Commons.

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