Placer

Tengo el instinto del gozo de tu cuerpo,
de la carne que se quema,
que arde.

Tengo esas inmensas ganas
del pequeño arrebato
de que me desnudes toda,
intención de bebernos gota a gota
y enloquecer entre los ecos
que seducen nuestra impronta.

Improvisar caminos inéditos
que cubran nuestros suspiros
de victorias,
de guerras ganadas y perdidas,
tatuando tu cicatriz en mi herida.

De este nuestro momento amos,
dueños y señores de sublimes
sentidos y de orgasmos,
frotando el cielo,
vistiendo la luna de estrellas,
desvistiendo la oscuridad
de mi pudor y tu misterio.

Lo que el sol jamás pudo ver,
o tal vez sí, la blancura de mi piel,
tíñela de oro
y adórnala para la pasión de tus ojos.

Con tus deseos ocultos
entrelaza tus cabellos
a mis muslos para que se desvanezca
mi sexo en tu boca.

Viniste a mí desde lejos,
moldeándote a mi sueño
de mujer.

Lo tengo todo y nada tengo,
cuando en ti deposito mi alma
y penetras mi sagrado universo.